Saturday, September 24, 2011

Más historia – Menos show

Cuando los aplausos y gritos de apoyo no son como antes, es probable que algo se esté haciendo mal o haya lecturas equivocadas. Sebastián Piñera, primer Presidente de Chile de centro-derecha elegido democráticamente desde 1958, vive la tormenta del rechazo popular. Hoy su popularidad, con esfuerzo, alcanza el 36% y los índices de rechazo llegan a 56%, es decir, el Presidente con los números negativos más altos desde 1990. Con esto, ¿qué lecciones podemos obtener?

Analizando brevemente el espíritu de los mensajes de los Presidentes de la Concertación, vemos que Patricio Aylwin fue un gobierno de transición después de la dictadura de Pinochet. Posteriormente Eduardo Frei encaminó a Chile en la modernidad, abriendo el país al mundo. Luego, Ricardo Lagos demostró que la izquierda sí puede gobernar el país de manera correcta. Y finalmente Michelle Bachelet le confirmó al país y al mundo que Chile puede ser liderado por una mujer, dando un sólido paso democrático.

Si bien hay discursos fabricados para cada ocasión, quizás los chilenos no tengan claro cuál es el legado que Sebastián Piñera quiere dejar. Los gobiernos de la Concertación fueron exitosos mientras presentaron un claro rumbo al país, hasta que lo perdieron. ¿Será posible que Piñera y su equipo puedan describir en 10 segundos ese legado? Si pueden hacerlo, pues háganlo.

En conclusión: Pueden ser muchos los mensajes, pero hablando de legados, debemos comenzar por definir la mística del gobierno. Para dejar algo en la mente de las personas, se necesita una emoción. El actual gobierno debe dejar de escribir los diarios y comenzar a escribir la historia de Chile. Mirar a largo plazo y demostrarle a los chilenos y al mundo que la derecha ha vivido una profunda transformación durante los últimos 20 años, donde hoy ha sido elegida a través de las urnas y tienen la oportunidad de posicionarse desde un banquillo de renovación, capaz de presentar e implementar un proyecto democrático e incluyente de desarrollo. No me cabe duda de que esto lo están haciendo, ahora solo falta comunicarlo de manera efectiva.

El Diario de Nueva York
15 de julio de 2011