Monday, December 22, 2008

Con Miedo y Dolor

Una de las imágenes más recurrentes de México en el exterior es el problema del narcotráfico. Una situación que cada vez con más exageración se le escapa de las manos al Gobierno. Hoy podemos afirmar que la estrategia de dejar que se maten entre ellos no funcionó, sino que fortaleció los diferentes frentes y por estos días seguimos presenciando una guerra que está haciendo llorar al país completo.

Mexico lucha contra el narco. Contra los narco-corridos o narco-música, la narco-moda, la narco-religión, el narco-lenguaje, el narco-cine, la narco-vida. En definitiva, la pelea es contra una narco-cultura que se ha desarrollado y establecido en el país. Más allá del bien y del mal, el narco es un estilo de vida que se propaga en todas las esferas, con duras consecuencias para la sociedad.

Bajo la premisa de pasar por alto el respeto a quien tengo a mi lado, fundamento básico para construir una sociedad, la narco-cultura ha establecido sus propios códigos de convivencia, paralelos a los ya existentes. Y de la misma forma, ha comenzado a crecer en el ámbito empresarial y gubernamental con un nuevo modelo de desarrollo.

No queremos una sociedad armada, ni niños con chalecos antibalas. México hoy llora la tragedia de esta guerra que enfrenta a civiles contra narcos a través de sus brazos armados. Éste es el reflejo de la tensión producida por dos estilos de vida que chocan, intentando uno ponerse sobre el otro. Quieren absorberse entre sí y de esa forma uno de ellos salir triunfador.

En conclusión: el problema va más allá de un grupo bien organizado y jerárquico que lucra a través del tráfico de sustancias ilegales. El problema va más allá de la escalofriante imagen del crimen organizado. Más allá de la simple lucha armada y más acá de la frustración por ver una nueva cultura que busca reestructurar las bases de convivencia existentes.

Si bien es preciso continuar los esfuerzos que apuntan a detener y acorralar el campo de acción de la narco-violencia, es necesario cambiar la estrategia de lucha contra una tendencia que se aprecia como una cultura. Con esto, se ve como camino mayormente viable la cooptación de estos grupos, por sobre la simple pelea confrontacional que hoy ha hecho aumentar dramáticamente el número de muertes. No dejemos que México continúe sumergido en el miedo y el dolor.

El Diario de Nueva York
21 de diciembre 2008

Thursday, November 13, 2008

La Promesa de un Gobierno Ciudadano

Es la historia de un país situado al sur del mundo. Un país que vivió el sueño frustrado de un gobierno socialista a principios de los setentas, que terminó en una dictadura militar de 17 años. Luego retornó a la democracia y comenzó un proceso de apertura internacional y reconstrucción de instituciones que pudieran garantizar un desarrollo estable. Se trata de Chile. Un país que silenciosamente ha sido visto como modelo por sus pares latinoamericanos. Un país, que como todos en el mundo, sueña con darle una mejor calidad de vida a sus habitantes.

Luego de vivir una dictadura militar y retornar a la democracia, el peso del paternalismo se hizo presente en las distintas administraciones de la Concertación, aquella alianza de centro izquierda que finalmente logró colocar en el sillón principal del Palacio de la Moneda a una mujer: Michelle Bachelet.

Desde marzo del 2006, no solo se vio por primera vez la combinación de una falda y la banda presidencial, sino que además se comenzó a implementar un ambicioso proyecto político que durante la campaña resultó ser un éxito total. La promesa de un Gobierno Ciudadano llamó la atención de muchos, quienes se sintieron invitados a ser parte del proyecto de desarrollo del país. Por fin el paternalismo quedaría en el pasado y la inclusión sería un concepto recurrente en el actuar.

Pero bien, ¿qué ha pasado con la puesta en marcha de esta nueva forma de hacer política? Si bien las preguntas referentes a cómo llevar a cabo un Gobierno Ciudadano estuvieron siempre presentes, la sociedad chilena se tomó en serio la oferta de ser partícipes de su desarrollo, tal como lo afirmó el Informe de Desarrollo Humano 2004 elaborado por el PNUD. Un ejemplo de ello fue la revolución de los estudiantes secundarios, quienes detrás de la exigencia de una mejor educación, hicieron reflexionar al país completo.

En conclusión: Hoy, que la Concertación no obtuvo los resultados que esperaba en las elecciones municipales, nos podemos dar cuenta de que en Chile hay una gran deuda pendiente. Un Gobierno Ciudadano no debería ser más que una profundización de la democracia, lo cual va más allá de simplemente contar con un sistema de elecciones transparente. Como bien dijo el destacado cientista político italiano, Giovanni Sartori, “la democracia es antes que nada y sobre todo, un ideal”. Un ideal que aplicado a este contexto muchos podrían llamar el sueño de un Gobierno Ciudadano, el mismo que se podría resumir en el sueño de un país que supere la desigualdad.

La mala distribución de los ingresos, aquella horrible y persistente falla en el sistema, es una de las claves para el desarrollo, tanto para Chile, como para todos los países de la Región. Si la inclusión y la participación realmente pueden contribuir a la disminución de la brecha entre ricos y pobres, entregando un mejor vivir a los ciudadanos, no solo se debería garantizar un mayor crecimiento y apaciguamiento de las tensiones sociales, sino que además podríamos aplaudir con fuerza y decisión la promesa de un Gobierno Ciudadano.

Diario de Nueva York

Sunday, September 28, 2008

Tlatelolco, Inolvidable Tlatelolco

En octubre se cumplen 40 años de uno de los momentos más trágicos y dolorosos de la historia contemporánea en México. El escenario: Tlatelolco. Un lugar histórico. Un lugar capaz de contar varias historias a la vez. Un lugar que debe ser recordado por todos y en un momento como éste, siempre es bueno conocer un poco más sobre qué es y qué representa este lugar a veces difícil de pronunciar.

Estamos hablando de uno de los barrios más antiguos de Ciudad de México. Lugar cargado de historia, que para contarla mejor, pasemos por alto el orden cronológico y situémonos por un momento en el 02 de octubre de 1968, a días de la inauguración de la XIX versión de los Juegos Olímpicos en México.

La combinación de fuerzas políticas generaba un tenso ambiente social. Distintos sectores de la sociedad se sumaron a las protestas por mayores derechos de los estudiantes de la época, los mismos que llevaron a cabo una manifestación en la hoy conocida como Plaza de las Tres Culturas, que terminó en uno de los acontecimientos más tristes, dolorosos e infaustos que ha vivido México.

Cientos de personas protestando en la plaza. Muchos otros aún no llegaban y el ejército, sí el ejército, en un acto de inteligencia militar y torpeza política, social y sobre todo carentes de sentido de la humanidad, cercaron eficazmente a sus compatriotas. No lo pensaron dos veces. Y sin dejar entrar a familiares, amigos y conocidos, abrieron fuego, comenzando así, la peor y más repugnante matanza de la historia contemporánea de este país.

Algunos de los nombres de los caídos son recordados en un monumento que narra también la inaceptable reacción de los medios de comunicación, quienes al día siguiente, dominados por el gobierno, tuvieron la desfachatez de titular con el maldito informe del tiempo.

Memoria dolorosa y recuerdo impotente por no volver a ver a los compañeros caídos. La plaza al día siguiente estaba impecable, como si nada hubiera pasado. Pero ahí está también la Iglesia de Santiago, la primera en América en memoria de este apóstol. Construcción que fue testigo del violento escenario y de cómo una bomba descubrió que bajo ese mismo sitio, estaban las ruinas de un lugar sagrado de Tlatelolco, ciudad prehispánica, vecina de Tenochtitlán.

Plaza de las Tres Culturas. Su nombre representa tres diferentes épocas de la historia mexicana. Las prehispánicas ruinas donde se practicaban sacrificios humanos. El colonial Convento de Santiago, que además fue usado como cárcel. Y el contemporáneo recuerdo del movimiento del 68 que por estas fechas se recuerda con un profundo dolor. Una herida que aún no se cierra.

Tlatelolco son tres momentos en un mismo lugar. Tres contextos en un espacio reinado por el silencio de la memoria y las pocas personas que en un simple recorrido pueden sentir las tres etapas más importantes de la historia de México. Recordemos este mes la Plaza de las Tres Culturas, para que no nos olvidemos de nuestras raíces. Para que no olvidemos los trágicos hechos del 02 de octubre de 1968. En definitiva, para fortalecer nuestra identidad y avanzar hacia un país mejor.

Diario de Nueva York
28 de septiembre 2008

Foro Univisión - USA
Foro Yahoo

Saturday, June 14, 2008

Participación Democrática

Hace bastante tiempo que la expresión de democracia dejó de ser única y exclusivamente el bendito acto de votar. Los seres sociales, los latinoamericanos, los ciudadanos del mundo, queremos más. Nos han prometido participación, nos han prometido inclusión y nos han prometido equidad en la distribución de los ingresos. Nos han prometido crecimiento y educación. Un día, cuando se terminaron las dictaduras en América Latina, nos prometieron democracia.

El lloriqueo de los niños radicales que buscan pertenencia nos podrían dibujar un turbio panorama latinoamericano. Los optimistas y constructivos podremos decir que avanzamos y ciertamente sentimos que todavía falta camino por recorrer, especialmente a partir del desarrollo de la creatividad de quienes en un momento prometieron profundizar la democracia, se pusieron de pie con una banda presidencial y hoy no saben cómo demonios incluirlos a todos.

Tal como señala la versión de junio 2008 de la revista The Atlantic, fue Abraham Lincoln quien le sacó gran provecho a la imprenta al colocar en papel sus discursos. Por su parte, Franklin D. Roosevelt, fue muy convincente detrás de los micrófonos de radio y John F. Kennedy usó con audacia la televisión cuando se enfrentó en aquel renombrado debate contra Richard Nixon, hombre de cara vieja y desganada, al lado de un joven, alegre y maquillado Kennedy.

Muchos señalan que podría ser Barack Obama el primero quien le está sacando un provecho efectivo y audaz a los medios digitales para difundir su mensaje de esperanza y cambio en los Estados Unidos. Personalmente me sumo a este diagnóstico y siento que aquí surge un punto digno de replicar.

América Latina, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, sufre de falta de información, la cual alimenta los monopolios, fomenta el secretismo y esfuma las innumerables oportunidades que eventualmente se podrían aprovechar para hacer crecer a la Región.

La falta de información, además, es un dañino veneno capaz de contaminar uno de los activos más importantes de los ciudadanos libres: La reflexión. Impedir que lleguen los elementos informativos necesarios para conocer la realidad y luego discutirla, pensarla, masticarla, darla vueltas y volver a analizarla es lo que facilita la entrada de mandatarios populistas. La falta de reflexión es tierra fértil para las avasalladoras raíces de los gobiernos policíacos que manipulan a sus pueblos.

En conclusión: A muchos gobiernos de América Latina les haría bien asumir su vulnerabilidad, aceptar que el status de Presidente debe dejar de ser endiosado e intentar una mayor conexión y empatía con la ciudadanía. Profundizar la democracia es el gran desafío. Incluir a todos y fomentar la discusión es nuestra misión y qué mejor que comenzar una estrategia agresiva en medios digitales, usando Internet más como foro de discusión y debate que como centro de datos.

Gran desafío de interacción entre los gobiernos y su gente. Y aunque muchos podrán decir que sí han avanzado en esta línea, aún falta ver resultados que surjan de este nuevo canal de comunicación y deje de ser simplemente una vía experimental para hacer política en la Región.

Diario de Nueva York
14 de junio 2008

Wednesday, February 27, 2008

Un Sueño Americano Integrador

Durante el debate de Hillary Clinton y Barack Obama en la Universidad de Texas en Austin, el candidato demócrata señaló que luchará para que no existan dos clases de ciudadanos en los Estados Unidos, en referencia a la discriminación que los grupos latinos, especialmente quienes viven ilegales, sufren en diferentes localidades del país.

Por otra parte, sin entrar en detalles y desde la orilla del problema, los dos postulantes convergieron en la necesidad de mirar hacia América Latina, comenzando por México, con el objetivo de mantener buenas relaciones y avanzar en un trabajo conjunto que les permita ordenar el sistema de migración.

Lo más seguro es que uno de ellos dos logre llegar a la Casa Blanca. Todavía no sabemos si será la voz de la experiencia o los aires de cambios, pero lo que es claro es que una de sus grandes misiones será realinear la visión de país y lo que se entiende por el llamado sueño americano.

Los estadounidenses están permanentemente empujados por un amplio ideal de nación que les ha permitido formar una fuerte identidad como país. Estamos hablando de una serie de valores, los cuales son explicados a partir de una cierta generalidad conceptual en la cual caben todos y muchos otros quieren ingresar.

El sueño americano para los estadounidenses. Ese sería el ideal de muchos, pero la realidad económica, social y política imperante en absolutamente todo el continente americano no permite que esto se dé con facilidad.

La falta de participación, la carencia de una lucha en común, sumado al en ocasiones bajo nivel de reflexión sobre la democracia, alimentan peligrosamente el surgimiento de gobiernos corruptos y populistas en Latinoamérica. Los mismos que en la medida en que implementan sus egoístas programas, contribuyen al aumento de la pobreza, la desigualdad y frustración a partir de falsas expectativas. De esta forma es como se gesta la primera gran razón por la cual muchos dejan sus tierras y familias para embarcarse en una aventura tras el llamado sueño americano.

Es increíble ver cómo millones de latinoamericanos están dispuestos a dejarlo todo por llegar a los Estados Unidos. Muchos han sido motivados por las historias de éxitos de sus cercanos y casi todos son inspirados por la esperanza de alcanzar un sueño que por circunstancias de nacimiento no les tocó, pero que de igual forma quieren realizar a como de lugar.

En conclusión: Ser el líder de la potencia más grande del mundo conlleva derechos y deberes. Si queremos que no existan distintas clases de ciudadanos estadounidenses, es recomendable abolir las desigualdades denominativas entre americanos.

Por otra parte, el futuro gobierno de Estados Unidos no debiera conformarse simplemente con mantener buenas relaciones con sus vecinos de continente, sino que una buena estrategia de acercamiento y acierto político sería ampliar el concepto de sueño americano, a través de la implementación de un programa que contribuya a la participación y acceso a los latinoamericanos a educación y activos que les permitan dejar a un lado la pesadilla de intentar llegar a los Estados Unidos, a cambio de un verdadero sueño americano integrador.

El Diario de Nueva York
27 de febrero 2008