Friday, November 19, 2010

La Urgencia de Mirar a Largo Plazo

La Asamblea de Parlamentarios de América Latina, el Caribe y Europa acordó mejorar la cooperación. En una reunión en Cuenca, Ecuador, se refirieron a establecer una “cooperación plena” en asuntos vinculados a seguridad, defensa, lucha contra el narcotráfico, terrorismo y trata de personas. Excelente noticia, pero sin duda, estamos frente a un foro de conversación que se queda corto al no incluir temas que contribuyan a solucionar estos mismo problemas, pero con una mirada de largo plazo.

Según el Informe de Desarrollo Humano 2010, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, es la desigualdad un problema persistente en América Latina, la cual traspasa generaciones y se reproduce en una baja movilidad socioeconómica. Según este mismo estudio, la desigualdad se produce a partir de restricciones, las cuales se expresan en falta de oportunidades para surgir.

En términos más concretos, esas faltas de oportunidades se reflejan en por ejemplo, aquella historia narrada por un Diputado Federal de México, quien durante su campaña, mientras hacía visitas puerta a puerta y conversaba con la gente del Estado de Guerrero, un joven de aproximadamente 15 años le pidió empleo una vez que llegara a ser legislador. A esto el candidato le preguntó si no estaba estudiando, y el joven le respondió que no tenía recursos para ir a la escuela, pero estaba evaluando las oportunidades que le ofrecía el narco. Con ellos podría recibir un celular y un arma, y tendría una proyección clara en cuanto a crecimiento económico, de acuerdo a los bonos que obtendría por el número de personas que mate y si estos crímenes incluyen llevarle la cabeza de la víctima a su jefe.

En conclusión, podemos decir que la situación es muy clara. Si bien los planes de seguridad, lucha contra el narcotráfico y terrorismo, entre otros, son extremadamente necesarios, todos los gobiernos de América Latina y el Caribe no pueden seguir abordando estos asuntos como si éstos fueran a desaparecer el mismo día en que ellos terminen sus períodos gubernamentales. Pensar así es una negligencia política inaceptable.

Los planes de acción inmediatos, como los presentados en la Asamblea de Parlamentarios de América Latina, el Caribe y Europa, son necesarios, pero deben ir acompañados de un trabajo que realmente impulse los sistemas educativos en la Región en todos los niveles. Solo así podremos ofrecer más oportunidades a nuestros jóvenes, para combatir desde la raíz los problemas de crimen, superar las desigualdades que impiden el crecimiento y llevar a nuestras economías, sociedades y políticas a un siguiente nivel de desarrollo.

El Diario de Nueva York
19 de noviembre de 2010

Monday, November 01, 2010

Teatro y Rehabilitación de Jóvenes

Primera escena. Ha sido el olvido, la discriminación y la marginación las vivencias fundamentales que llevan a muchos jóvenes, menores de 18 años, a cometer delitos de grueso calibre como violar o asesinar a sangre fría. Ha sido la falta de educación, la falta de conocimiento de un mundo mejor; la falta de esperanza. Ha sido la carencia de cultura, esa que es capaz de humanizar. Para 10 reclusos de la comunidad Quiroz Cuarón, ubicada en la Ciudad de México, es el pasado que se jodió.

Segunda escena. El problema no es que te pillen, sino que es el delito por el cual hay que pagar. Muchos de ellos estarán en la cárcel de alta seguridad durante 2 años por un robo de banco, otros desafortunadamente cometieron homicidios que los tendrán 5 años entre las cuatro murallas. Todo en la cárcel puede ser usado como un arma. No sabemos el diagnóstico mental de estos jóvenes, solo podemos ver que siguen un programa físico riguroso, comen con la mano y claramente viven en un entorno deshumanizante para cualquier ser humano. Ese es el presente que no quieren.

Tercera escena. No sabemos cómo será la historia que viene. No sabemos cómo serán sus vidas una vez que estén fuera de la cárcel, pero sí sabemos que están ansiosos de ser libres, razón por la cual aceptaron formar parte del elenco teatral que puso en escena la obra “De la Forma que tiene el Mundo”. Inspirada en el viaje de Cristóbal Colón, mismo que contó con algunos reclusos que se unieron a su travesía por el Atlántico. Es una obra que refleja sus vidas en la cárcel, el recuerdo de sus grandes errores en el pasado y el futuro que anhelan.

El público. Muchos de ellos nunca habían estado dentro de una cárcel y entraron sabiendo que en cerca de dos horas ya estarían fuera. Ellos no. Ellos se quedaron adentro, esperando el día de salir, pero ellos, los reclusos-actores, tienen una oportunidad que les entrega el teatro. Gracias a su buen comportamiento, sumado a formar parte del equipo teatral, tienen la posibilidad de salir antes de la cárcel. De hecho, de los diez actores, cinco estarán libres en dos semanas.

Sin duda es la cultura lo que hace que hombres y mujeres nos convirtamos en seres humanos. Es una excelente noticia saber que el poder legislativo mexicano aprobó un sistema de incentivo al teatro a través de la Ley del Impuesto Sobre la Renta. Un pequeño paso que contribuye a fomentar esta actividad, la cual si es combinada con un sentido social, cobra mayor importancia para un país que cada día es más identificado por su violencia que por sus grandes atributos.

En conclusión: Mientras que para muchos el foco de lucha contra la violencia en México está centrado en una llamada guerra, es importante destacar aquellas pequeñas acciones de bajo impacto numérico, pero tremendo sentido positivo para quienes están involucrados. Un trabajo a pequeña escala que contribuye a transformar círculos viciosos en círculos virtuosos, donde una serie de jóvenes se reintegrarán a la sociedad con un objetivo. Entraron a la cárcel de alta seguridad como los grandes perdedores de la sociedad. Hoy, tal como lo señaló el director de la obra, Ernesto Anaya, son héroes. Son los ganadores del programa de rehabilitación que está dando resultados y que se espera sea capaz de transformar la manera como se afronta y se combate la delincuencia en México, Latinoamérica y el mundo.

El Diario de Nueva York
01 de noviembre de 2010