Tuesday, April 14, 2009

Un Ejemplo para el Mundo y la Región

América Latina hoy se puede jactar de que sí es posible hacer justicia en la Región. El ex Presidente de Perú, Alberto Fujimori, ha sido condenado a 25 años de prisión por diversos crímenes cometidos durante su mandato entre 1990 y 2000, período en el cual tanto el país Sudamericano, como el mundo entero, fuimos testigos de una serie de horrores que hoy serán pagados. Qué representa este hecho para los peruanos, Latinoamérica y el mundo.

Fujimori, luego de ser acusado en Perú, se dio a la fuga, llegó a Santiago de Chile, generándole un problema de proporciones al servicio de migración de este país; fue extraditado y regresó a la nación que en un momento votó mayoritariamente por él. Ahí, después de 161 sesiones de la Corte Suprema de Justicia, incluyendo una que otra patética escena del ex mandatario de 70 años durmiendo en la Sala y siendo despertado por el juez; finalmente es declarado culpable, en un proceso ejemplar para aquellos países que creen que la justicia es un ideal inalcanzable.

El hecho de que se esté condenando a un ex Presidente, que dejó el gobierno hace solamente 9 años, por violaciones a los derechos humanos, representa un importante ejemplo para otras naciones que quisieran hacer justicia de la misma forma. Más importante y gratificante aún, es que este hecho se haya dado en un país Latinoamericano, lo cual además significa una esperanza para millones de personas que día a día sueñan con que la justicia llegue a por lo menos hacer descansar en paz el doloroso recuerdo de muchas horrorosas acciones que se han cometido en nuestra Región.

El mensaje de la Corte Suprema de Justicia de Perú no puede ser más contundente. Esperamos que efectivamente se cumplan las sentencias, ya que solo de esta manera se podrá poner un fuerte y rotundo sello a una declaración que cada vez se escucha más fuerte, y se refiere a la nula cabida que está teniendo la irresponsabilidad política en los países de la Región. Latinoamérica ya no quiere más Presidentes con atribuciones auto-adquiridas que los lleven a cometer delitos. Latinoamérica ya no quiere mandatarios omnipotentes con libertades que la sociedad no les ha entregado. Los latinoamericanos hoy podemos sentirnos un poco más seguros de que sí es posible la justicia, lo cual esperamos contribuya a regular, tal como lo hace el mercado, a aquellas acciones que se escapan del marco legal y legítimo de las naciones.

Alberto Fujimori hoy está condenado. Un ex mandatario tiene que pagar sus irresponsabilidades. ¿Cuántos más faltan que sean juzgados?