Saturday, June 14, 2008

Participación Democrática

Hace bastante tiempo que la expresión de democracia dejó de ser única y exclusivamente el bendito acto de votar. Los seres sociales, los latinoamericanos, los ciudadanos del mundo, queremos más. Nos han prometido participación, nos han prometido inclusión y nos han prometido equidad en la distribución de los ingresos. Nos han prometido crecimiento y educación. Un día, cuando se terminaron las dictaduras en América Latina, nos prometieron democracia.

El lloriqueo de los niños radicales que buscan pertenencia nos podrían dibujar un turbio panorama latinoamericano. Los optimistas y constructivos podremos decir que avanzamos y ciertamente sentimos que todavía falta camino por recorrer, especialmente a partir del desarrollo de la creatividad de quienes en un momento prometieron profundizar la democracia, se pusieron de pie con una banda presidencial y hoy no saben cómo demonios incluirlos a todos.

Tal como señala la versión de junio 2008 de la revista The Atlantic, fue Abraham Lincoln quien le sacó gran provecho a la imprenta al colocar en papel sus discursos. Por su parte, Franklin D. Roosevelt, fue muy convincente detrás de los micrófonos de radio y John F. Kennedy usó con audacia la televisión cuando se enfrentó en aquel renombrado debate contra Richard Nixon, hombre de cara vieja y desganada, al lado de un joven, alegre y maquillado Kennedy.

Muchos señalan que podría ser Barack Obama el primero quien le está sacando un provecho efectivo y audaz a los medios digitales para difundir su mensaje de esperanza y cambio en los Estados Unidos. Personalmente me sumo a este diagnóstico y siento que aquí surge un punto digno de replicar.

América Latina, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, sufre de falta de información, la cual alimenta los monopolios, fomenta el secretismo y esfuma las innumerables oportunidades que eventualmente se podrían aprovechar para hacer crecer a la Región.

La falta de información, además, es un dañino veneno capaz de contaminar uno de los activos más importantes de los ciudadanos libres: La reflexión. Impedir que lleguen los elementos informativos necesarios para conocer la realidad y luego discutirla, pensarla, masticarla, darla vueltas y volver a analizarla es lo que facilita la entrada de mandatarios populistas. La falta de reflexión es tierra fértil para las avasalladoras raíces de los gobiernos policíacos que manipulan a sus pueblos.

En conclusión: A muchos gobiernos de América Latina les haría bien asumir su vulnerabilidad, aceptar que el status de Presidente debe dejar de ser endiosado e intentar una mayor conexión y empatía con la ciudadanía. Profundizar la democracia es el gran desafío. Incluir a todos y fomentar la discusión es nuestra misión y qué mejor que comenzar una estrategia agresiva en medios digitales, usando Internet más como foro de discusión y debate que como centro de datos.

Gran desafío de interacción entre los gobiernos y su gente. Y aunque muchos podrán decir que sí han avanzado en esta línea, aún falta ver resultados que surjan de este nuevo canal de comunicación y deje de ser simplemente una vía experimental para hacer política en la Región.

Diario de Nueva York
14 de junio 2008